Lo pasamos muy bien, aunque salimos un poco/mucho embadurnados/as de arena. Pero bueno merece la pena.
El arenero es un recurso fundamental en la etapa infantil, contribuye al desarrollo sensorial y psicomotor de los más pequeños, ya que en su juego con la arena y con elementos tan sencillos como una pala, un cubo, un rastrillo, un colador,... sin darse cuenta están ejercitándose en la manipulación e identificación de materiales, aprendiendo conceptos (lleno/vacío, mucho/poco, bastante, más/menos,...), interiorizando diferentes texturas; además es un momento ideal para relacionarse con los demás, de una forma lúdica, organizándose en sus juegos (construyendo un castillo, haciendo agujeros, intercambiando materiales), ... Como para no dejarles que se llenen de arena, merece la pena , ¿verdad?.