Hemos descubierto que el sol, además de proporcionarnos luz y calor, es un buen compañero de juegos. Hemos hecho el juego de las sombras, dibujando la sombra de nuestro cuerpo proyectada en el suelo del patio. Cada un@ ha dibujado la sombra de su compañer@ y después las hemos adornado al gusto. Lo hemos pasado muy bien, y este verano en la playa podemos seguir jugando en la arena mojada, trazando la silueta con ayuda de una concha o un palito.
También hemos construido un reloj de sol, y hemos marcado los distintos momentos del día, a medida que avanzaba la jornada, así se medía el tiempo antiguamente.
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